2010/05/26

Mi vida como hombre. Philip Roth: apuntes sobre la tertulia

Ya lo apuntábamos en el dossier sobre el libro. Mi vida como hombre, “pide a gritos un lectura serena y relajada, página a página”.

La impresión de quienes lo leímos fue la de haber tenido entre manos una obra, en la que los personajes son complicados, la historia densa y la escritura impecable.

No es fácil ordenar las reflexiones que hicimos en la tertulia, quizá por estar sumidos en el mismo desorden en que te sumerge el autor en esta obra. Una obra llena de idas y venidas en el tiempo y en el espacio.


 Muñecas rusas o un libro comentado a través de otro
                                              
Jose Luis, el dinamizador de la tertulia, nos hablaba de una novela construida de forma compleja en la que el lector ha de ir encajando las piezas, una dentro de la otra, como si de muñecas rusas se tratara. Un ejemplo muy gráfico y válido para visualizar la estructura de esta narración. Una historia contada, dentro de otra historia. La primera, Ficciones útiles, nos la cuenta Zuckerman, el álter ego de Tarnopol, protagonista y narrador de la segunda, Mi verdadera historia, y que es a su vez el álter ego del propio autor.
El  mismo dinamizador, como contagiado por ese juego , nos hablaba de , Mi vida como hombre, a través de otro libro del mismo autor, Los hechos, obra autobiográfica, escrita 30 años después en la que Philip Roth cuenta  la verdadera historia en la que está basada esta novela y cuya lectura recomienda vivamente.

 Nuestra experiencia al leerla

Cuesta saber y distinguir lo que es ficción y realidad, ya que el autor despista o juega a despistar; sin embargo se lee con las ganas de saber cómo se resuelve aquélla historia en la que hay un juego constante entre la razón y la emoción; en la que no faltan escenas de tensión y algunas incluso de violencia.

Un comentario generalizado: cómo alguien culto e inteligente podía dejarse atrapar por una relación tan complicada y tan amarga. Según el propio autor el problema de todo es que para él las mujeres significan demasiado. También dice sentirse desarmado ante perfiles como el de Maureen, madura, de grandes capacidades, con un pasado triste y difícil.
El protagonista nos pareció un tanto narcisista y no nos gustó demasiado su forma de relacionarse con las mujeres.
Según Jose Luis, en todas las novelas de Piliph Roth hay un punto de trasgresión y señaló que se dice de él que es un poco misógino quizá debido a la mala experiencia que vivió.

El autor se apoya en sus propias experiencias. Hace infinitas reflexiones sobre sí mismo incluso desdoblándose y poniéndose en el papel de otros, lo que logra con gran maestría. Valga como ejemplo las cartas que él mismo se responde como si fuera su propio psicoanalista. 

Concluyendo: para las que allí nos reunimos, esta vez todas mujeres excepto el dinamizador, la lectura resultó densa para unas, desordenada para otras y un placer para todas, por ser un libro extraordinariamente bien escrito, además de estar lleno de referencias literarias...Virginia Wolf, Thomas Mann, Henry James, Flaubert...

 Una invitación a la relectura y algunas recomendaciones

Insistimos, no es una obra simple, no hay un hilo narrativo. Es quien lee la obra quien ha de ir montando la historia. Es por ello, según Jose Luis, un libro que aguanta muy bien la relectura, ya que al hacerlo se entiende todo el mecanismo.
Nos habla de otras obras del autor, como Patrimonio y Candor juvenil; pero sobre todo nos habla de Los hechos, la que se convierte en lectura casi obligatoria por ser, como él comentaba, la obra en la que cuenta la verdadera historia de lo que el autor novela en Mi vida como hombre.
Y también nos recomienda otro título, La mancha humana ,en la que el narrador, Zuckerman, ya conocido por todas nosotras como el álter ego del álter ego del autor, esta vez actúa como “narrador heterodiegético” o lo que es lo mismo, narrador en tercera persona que se sitúa fuera de la historia que cuenta.

Nos despedimos con la sensación de haber compartido la lectura -en opinión de algunas de las personas que estábamos allí- de “un autor de los grandes” , lo que no es poco.
Y por último, sólo nos queda recordaros que la próxima tertulia, el 9 de junio, será la última del curso. Con Estampas rusas de Moisés Mori nos despediremos hasta octubre. Os esperamos

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